miércoles, 24 de julio de 2013
EL RATONCITO TARTAMUDO-
-Deprisa deprisa. Decía Frasquito.
Este era un ratoncito cojito y tartaja.
Los otros ratones, de el se burlaban
El pobre Frasquito cuando mas nervioso se ponía
mucho mas se atascaba.
-Deprisa deprisa. Esto era lo único que decía.
Un día unos ratoncitos jugando
¡Nada menos que con unas cerillas!
prendieron fuego a unas cortinas.
Frasquito lo vio y se puso
muy nervioso.
El pobre con los nervios se encasquillo.
Y no podía gritar ni hablar, ni decir deprisa, deprisa.
¡Las llamas crecían y los ratoncitos se iban a quemar!
Entonces Frasquito no se lo pensó.
Cogió en brazos a los ratoncitos
y por una escalera que encontró,
trepo hasta la ventana
y uno a uno, a los ratoncitos salvó.
Pero cuando el quiso saltar, las llamas
le empezaron a quemar el rabito.
Cuando los bomberos, con las mangueras llegaron y
el rabito de Frasquito apagaron.
Todos los ratoncitos que antes se burlaban, ahora le aplaudían y le pedían perdón.
¡Que valiente fue! Se quemo el rabito,
pero pudo salvar a los ratoncitos
" y sin dar ni un solo grito"
MORALEJA- Nunca juguéis con cerillas, pues si Frasquito
no hubiera estado, los ratoncitos se habrían quemado...
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