jueves, 29 de agosto de 2013
LA GAVIOTA
En la playa una gaviota
sola, con las olas jugaba.
Se acercaba hasta la orilla
y las olas, con destreza,
hacia ella se acercaban.
La gaviota muy astuta
entonces se separaba.
Y las olas se enfadaban
por no poderla mojar.
Yo la estaba observando.
Esto fue una madrugada
que por la playa paseaba
antes de salir el sol.
Se distrajo un momento
y las olas la mojaron.
Me miro un poco aturdida
como si quisiera decirme
que la culpa de su remojo era mía
por distraer su atención.
Y enfadada y mojada
con un poco esfuerzo
de la playa volando se alejó.
Me quede pensativa.
¡Que culpa tenia yo si la gaviota ni siquiera me miro!
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Así me siento yo. como esa gaviota.
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